J.F. Villaverde- Luis Garicano: Recuperar el crecimiento en España pasa por una profunda regeneración institucional

Según los economistas F.Villaverde y L. Garicano,  gran parte de los problemas que sufre la economía española se derivan de la falta de voluntad política y de la falta de independencia reguladora y empresarial.

 

Revista de prensa. El Confidencial. 4.4.2014.-Los economistas Jesús Fernández-Villaverde y Luis Garicano han propuesto una serie de cambios imprescindibles para que España pueda crecer de verdad y crear empleo. Ambos coinciden en la necesidad de una regeneración institucional. Además, para ellos es necesario completar el desapalancamiento tanto público como privado, cambiar el sistema educativo y el mercado laboral.

 

 

El exitoso libro de L. Garicano
diagnostica la situación política
e institucional de España

En su opinión -tal y como se desprende del contenido de un debate organizado recientemente por UPyD en el Círculo de Bellas Artes en el que también intervino Álvaro Anchuelo, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos- gran parte de los problemas que sufre la economía española se derivan de la falta de voluntad política y de la falta de independencia reguladora y empresarial.

 

Jesús Fernández-Villaverde, economista de la Universidad de Pensilvania, asegura que algunos de los problemas de nuestra economía ya se han resuelto, como es el caso de las dudas sobre la permanencia en el euro, la desaparición de las cajas o el déficit comercial que obligaba al país a financiarse en el exterior. Sin embargo, afirma que “sigue habiendo muy malas noticias”, la principal, el elevado desempleo. Y además, un déficit público todavía muy elevado, una situación de la banca todavía por enderezar y un problema territorial. Pero, sobre todo, “que en vez de darnos cuenta de que tenemos todavía todos estos problemas que asumir, estamos cayendo en la complacencia”.

 

Estado de derecho en el exilio

Fernández-Villaverde ha arremetido contra políticos y empresarios por no afrontar los problemas que debe superar España para tener una economía moderna, abierta y flexible. En su opinión, lo primero que hace falta es una profunda regeneración institucional y traer de vuelta al Estado de derecho, “que en estos momentos vive en el exilio”. Entre los ejemplos que cita para criticar la falta de independencia de los organismos reguladores destaca el de Elvira Rodríguez, presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. También habla de Susana Rodríguez, Juan Manuel Moreno Bonilla y César Alierta. Superar todo esto y cambiar un modelo laboral que viene de la Transición y que en su opinión es “malo”, es fundamental para lograr una economía moderna. Y el fin último de todo esto es “crear empleo, para que la gente pueda tener familias, para pagar el estado de bienestar que todos queremos”.

 

Actividades improductivas

Por su parte, Luis Garicano, economista y jefe de departamento en la London School of Economics, explica el problema de la deflación en España y destaca que la deuda neta externa de nuestro país es muy elevada y estamos en el momento de devolverla –“el exterior no nos quiere financiar porque el dinero se ha invertido en actividades improductivas, como las casas en medio del desierto”–. El desapalancamiento de la economía española lo están haciendo sobre todo las empresas, ya que el sector público sigue endeudándose y las familias han reducido muy poco su deuda. Garicano destaca que en un proceso como este “es muy difícil imaginar tasas de crecimiento elevadas”.

 

Garicano anticipa un “escenario de crecimiento muy, muy, muy reducido”, afirma que “los números del empleo español son dantescos, inusuales y no existen en ninguna otra parte del mundo” y añade: “No vamos a tener crecimiento de empleo sostenido en la senda que vamos”. Y, ¿qué hace falta para lograr el necesario crecimiento a largo plazo?

 

 Capital humano

 Garicano dedica palabras muy críticas al sistema educativo español y a los debates sobre materias como educación para la ciudadanía y religión o la enseñanza en catalán o español–, instituciones económicas e instituciones políticas. Y sobre esto último y para concluir su intervención, el economista afirma que “el sistema político español no está tratando, en absoluto, de que funcione la economía para crear riqueza para los españoles”.