lunes, 14 de abril de 2014

Transparencia británica Vs transparencia a la española

Tras la publicación de un informe que demuestra la resistencia de la burocracia española a dar la información en su poder, repasamos ejemplos concretos de lo que pueden hacer los británicos

En el ámbito sanitario, los hospitales británicos incluyen una pestaña de transparencia en sus páginas web que contienen, por ejemplo, ciertos datos sobre listas de espera actualizados a la última semana.

Revista de prensa. ABC. P.B. Londres. 13.4.14.- ¿De qué hablamos cuando hablamos de transparencia y acceso a la información? La primera ley de transparencia española, aprobada el pasado mes de septiembre, ha visto la luz etiquetada más como una herramienta de lucha contra la corrupción para una clase política acorralada que como un paso hacia una nueva cultura democrática, desconocida en España.

Las nociones de derecho a saber y de gobierno abierto se basan en una premisa elemental: la información en manos de las Administraciones Públicas es propiedad del administrado, y no del administrador.

Esta inversión de la lógica de la relación
entre funcionarios y ciudadanos choca con la inercia opaca que reina todavía en la burocracia española, según constataba esta misma semana un informe que concluye que solo el 13% de las demandas de información fueron respondidas de forma satisfactoria el año pasado. ¿Se imaginan una empresa privada ofreciendo semejante servicio a sus clientes? Pues las instituciones españoles maltrataron a sus usuarios dejando sin responder el 57% de las peticiones, según el estudio del portal Tuderechoasaber.es, que constata la prevalencia de la callada por respuesta en forma de silencio administrativo.

 Son numerosos los informes comparativos que acreditan el suspenso español en gobierno abierto y accesible. Así, un índice publicado el año pasado situaba a España en la zona de suspenso en open government, en un ranking
 encabezado por el Reino Unido. Para intentar comprender por qué, repasamos aquí algunas de las preguntas de la vida cotidiana a las que las instituciones británicas dan respuesta con una información abierta y de calidad.

Se trata de bases de datos y de información digital como las que la nueva ley de transparencia española exigirá, se supone, a la administración central desde finales de este año y a los entes locales y autonómicos dentro de dos años.

¿Qué colegio de mi barrio es el mejor?

La agencia de inspección de Educación (Ofsted) realiza evaluaciones de la calidad educativa de los distintos centros, y puntúa a los colegios en función de unos baremos muy simples que permiten comparar los estándares académicos de unos y otros. Pero, además, los resultados son recopiladas y reelaborados por medios británicos como la BBC, «The Guardian» o el «Daily Telegraph» para realizar rankings de colegios. Basta con introducir el código postal para poder comparar los resultados de los distintos centros de tu zona. Por ejemplo, la BBC recoge aquí el ranking de escuelas primarias en el distrito de Kensington y Chelsea de Londres.

El sistema de salud británico (NHS) recopila las evaluaciones de los usuarios sobre las distintas consultas de médicos de cabecera en una página web, el «GP Patient Survey», donde se puede comparar en un buscador las valoraciones que hacen los pacientes del trato recibido, de la rapidez con la que dan cita o la amabilidad de las recepcionistas. El sistema localiza las consultas en un radio de cinco millas en torno a tu casa. Y se basa, claro, en la opinión de unos usuarios acostumbrados a compartir su parecer. «¿Recomendaría esta consulta a alguien que acaba de mudarse a la zona», pregunta el formulario.
¿Cuántos partos son por césarea?

El NHS recopila en la web de «Hospital Episode Statistics» estadísticas en Excel y PDF muy actualizadas sobre listas de espera, infecciones en quirófano o maternidad. En unos pocos «clics», o insertando la palabra «maternity» (maternidad) en el buscador, se ve que, en 2012-2013, el 25,5% de los partos fueron por cesárea, según datos publicados el 5 de diciembre de 2013. Encontrar ese dato en el Portal Estadístico del Ministerio de Sanidad es misión imposible.

Los requisitos de un gobierno abierto exigen la publicación de datos en formatos navegables y reutilizables (Excel, o formatos separados por coma tipo .cvs), y no en PDF. Y el sentido común, además de las ganas de ofrecer un servicio de calidad al ciudadano, sugieren rotular las pestañas en un lenguaje claro. El Portal Estadístico de Sanidad, en cambio, está plagado de documentos PDF, de títulos incomprensibles y de siglas que nada dicen al ciudadano. Un portal diseñado en función del administrador, y no adaptado a la perspectiva del 
ciudadano-usuario. Lancen esa misma búsqueda de «maternidad» y comprenderán la diferencia.

En el ámbito sanitario, los hospitales británicos incluyen una pestaña de transparencia en sus páginas web que contienen, por ejemplo, ciertos datos sobre listas de espera actualizados a la última semana, como recoge aquí el Hospital de Westminster and Chelsea, uno de los más grandes del centro de Londres.  Scotland Yard tiene en su web una aplicación de mapas de Google muy simple en la que, al indicar un código postal, visualiza si la zona tiene más o menos delitos que la media. Incluye datos actualizados del número de delitos y permite compararlos con otras zonas o con la media de la ciudad, y ver su evolución en el tiempo.

¿De cuántas votaciones se ha escaqueado mi diputado?
En el ámbito político, la asentada lógica -y la práctica- de la transparencia ha florecido en portales llenos de utilidad y simplicidad como «Trabajan para ti», que recopila la numerología básica sobre el trabajo de cada diputado. En qué porcentaje de votaciones ha participado, cuál es el perfil ideológico real que resulta del sentido de su voto, cuántas donaciones ha recibido, su registro de intereses...

El Congreso de los Diputados ha comenzado a dar los primeros pasos. Pero en España son sobre todo ciertos colectivos situados a la vanguardia del acceso a la información pública y el tratamiento de datos los que van haciendo luz en el sistema. Entre ellos, «El BOE nuestro de cada día», que rebusca información relevante en las tripas del boletín oficial del estado, o «Quién Manda», un mapa del poder en España desarrollado, como el proyecto anterior, por la Fundación Civio. En Andalucía, «Trabajan para Ti» ha recopilado los patrimonios declarados por los altos cargos de la Junta de Andalucía.
 Tras la aprobación de la ley de transparencia, y de normas similares en el ámbito autonómico, los especialistas en acceso a la información confían en que, poco a poco, se vayan imponiendo los formatos de datos abiertos, la publicación periódica de bases de datos como las citadas en este reportaje, y los portales de datos como gov.uk o data.gov, que recopilan -en el caso de Reino Unido y de Estados Unidos- todo tipo de bases de datos con información pública relevante para el ciudadano. Ese será, supuestamente, el objetivo del Portal de la Transparencia anunciado el mes pasado por el gobierno español.
 
Noticia relacionada: Países como Reino Unido o Suecia permiten a sus ciudadanos un acceso mucho más cotidiano a la información en su poder, según explican varios expertos consultados por ABC

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