martes, 19 de mayo de 2015

Gasto y volumen poblacional, la eterna cuestión del tamaño de los municipios

Un número importante de estados han acometido un proceso de fusión de sus municipios para reducir costes y mejorar su gestión  

Idl.UAM. Alba Vinas y Esther Pano.  La cuestión del tamaño de los municipios, esencialmente medido en términos de población, ha sido un elemento recurrente en el debate sobre la estructura y la planta local en España.
 
Se trata, de hecho, de una línea de preocupación que ha estado presente en la mayor parte de las discusiones sobre esta materia a nivel comparado. Un número importe de estados han acometido, en un momento u otro, un proceso de fusión municipal bajo la premisa fundamental de mejorar los costes en la prestación de servicios y construir unidades administrativas más capacitadas para prestar servicios públicos. Los casos más recientes son los de Francia, Grecia, Italia y Portugal que como consecuencia de la crisis económica y las presiones europeas, aprobaron medidas para reformular la estructura territorial en 2014, la primera, y en 2010 el resto. De hecho, Suecia, Noruega, Bélgica y Alemania ya habían impulsado iniciativas de ese tipo en los años 70.

Se trata, por tanto, de una línea de reforma compartida por países de naturaleza y tradición muy diversa. El hecho de que buena parte del debate haya pivotado alrededor de esta materia se fundamenta principalmente en una visión de los gobiernos locales en su vertiente prestacional y en la focalización en los aspectos vinculados a la eficiencia económica, no sólo por parte de la academia, sino también del propio discurso político. Desde luego cabe formularse una primera cuestión no menor respecto si se debe conceder la centralidad del debate a la perspectiva estrictamente económica.
 
Premisa
Desde la premisa de que las instituciones son algo más que unidades de producción, deberíamos convenir que existen otros aspectos que han de ser tenidos en cuenta de forma conjunta antes de impulsar medidas de este calibre. Así, es relevante observar cual es la posición de aquellos países que han profundizado en una tradición de amalgamar municipios. Si lo hacemos, observaremos que no todos tuvieron el mismo nivel de éxito. Es más, podríamos afirmar que aquellos sistemas de estructura más similar a la española (como sería el caso de Francia) se encontraron con serias dificultades a la hora de implementar estas reformas. A su vez, en el caso de aquellos que efectivamente han reducido de forma progresiva el número de municipios e incrementado su tamaño poblacional, los efectos no siempre son claros o unívocos. En buena parte de ellos, como en Dinamarca o los Países Bajos, la literatura es ambivalente y pone en duda los efectos finales de las reformas. Algunos autores (COPUS, 2006 y KJAER et al.,2010) ponen de manifiesto los posibles impactos negativos en el ámbito del funcionamiento democrático, la relación entre electorado y electos o la rendición de cuentas.
 
Si volvemos a la perspectiva estrictamente económica, los resultados de los estudios empíricos que se han realizado sobre esta materia son también ambivalentes y no parecen indicar un vínculo claro entre el incremento del número de habitantes de la unidad institucional responsable de la prestación y una mejora en términos de eficiencia. De hecho, en términos generales se podría poner en duda que el aumento del tamaño poblacional suponga una mejora de las economías de escala de forma automática y suficiente. Leer+

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